viernes, 11 de marzo de 2011

En primera persona: La historia de Isabel.

La historia de mi panza, con Sofía adentro comenzó hace 20 años. En el 91´ quede embarazada de mi primer novio (que después fue mi marido) y casi de 4 meses lo perdí. Fue un golpe muy feo porque teníamos muchas ilusiones. El tiempo pasó, en el 99´ nos casamos y comenzó nuestra búsqueda de la tan ansiada familia. Pasaban los meses y nada, mi mayor miedo era no poder quedar por lo ocurrido la primera vez. Luego de muchos tratamientos hormonales la Doctora me dijo que nunca iba a tener hijos por una falla morfológica en mi útero. Me sentí totalmente frustrada por aquella noticia y nos afecto tanto como pareja que terminamos divorciándonos. Pero... siempre hay una segunda oportunidad en todo. Conocí al que es hoy marido y, a pesar de quererlo mucho, desde el comienzo le anticipe que no iba a poder darle hijos por mi problema.  Me sugirió cambiar de medico, hacer nuevos tratamientos y si eso no resultaba que adoptáramos. Así hicimos, comenzamos a viajar a un instituto a Bs.As. y luego de 4 Inseminaciones Intrauterinas seguíamos sin ver concretado nuestro sueño de ser padres. Todo esto me afecto mucho, física, psíquica y económicamente así que dije basta, y comenzamos con los burocráticos tramites de adopción.  Paso un año y ya con el papeleo terminado, un día me llama una prima y me comenta que una compañera de trabajo, luego de 10 años de intento, quedo embarazada gracias al tratamiento realizado en un determinado instituto y que si yo quería me conseguía los datos para ir. 
Al principio me negué rotundamente, pero mi marido me convenció y así emprendimos nuevamente nuestro peregrinar.  Ni bien llegamos me "enamore" del Doctor, un hombre mayor, serio y con las palabras justas. Lo primero que me detecto fue las trompas totalmente obstruidas, pero que tenia solución con una simple intervención quirúrgica. En cuestión de semanas me operaron y volví a casa con el problema resuelto.  Según él todo el problema se centraba en esa falla uterina; que esperáramos unos 4 meses y luego todo estaba dado para que quedara embarazada en forma natural, cosa q no sucedió por 5 largos años. Totalmente resignada a no tener hijos propios decidimos continuar con el tema de la adopción.
En Junio de 2009 me llama el Doc y me dice q qué estoy esperando para hacerme una Fecundación In vitro, que con los avances se puede hacer con óvulos donados y muchas cosas más. Lo pensamos y decidimos, aunque bastante presionados por la familia, hacer el último intento. El 17 de Septiembre de ese año, luego de un tratamiento espantosamente doloroso, me implantaron 3 embriones propios, conseguidos por la unión de material genético de mi marido y mío. Luego del reposo absoluto y obligatorio comenzaron los primeros controles, la felicidad q sentimos cuando nos dijeron q el embarazo era positivo fue inmensa. 
Pasaban las semanas y con las ecografías casi semanales q me realizaban me informaron primero q era uno solo, luego a la semana q se veía otro por lo q eran gemelos y promediando la semana 10 o sea casi 3 meses me dijeron que no se observaba más actividad fetal, por lo que ya no era un embarazo viable y se debía realizar un legrado para retirar las bolsas. Dolor, Frustración, Decepción y una profunda Tristeza invadió nuestras vidas.
Nos realizaron miles de estudios genéticos a cada uno y al material obtenido del legrado. Los resultados fueron alentadores ya que no se observaron fallas genéticas, por lo que pasado el tiempo de cicatrización estábamos en condiciones de continuar intentando. Asi fue como en Agosto de 2010 nuevamente comenzamos con el tratamiento que esta vez fue mucho más rápido y totalmente indoloro.
El 5 de Septiembre me implantaron 2 embriones de excelente calidad, segun un Biólogo amigo, y luego del reposo ya sabido me confirmaron que estaba embarazada; con el correr de las semanas me aseguraron que era uno solo y muy saludable. Hoy con el paso del tiempo, con los miedos superados (aunque no todos, obviamente) y con la felicidad de saber que es una niña sana y grande, estoy cursando mi sexto mes de embarazo. No veo la hora de que llegue el 20 de Mayo (fecha para cuando tengo programada la cesarea) para poder ¡¡Por fin!! ver realizado mi sueño de ser mamá y abrazar a Sofia y darle un gran beso a mi marido y decirle que al fin somos una familia!!!
Espero que si alguna mujer lee mi historia y se siente identificada con todo lo que pasamos algunas a las que se nos hace dificultoso el ver cumplido nuestro sueño de ser mamá, que no se sienta sola, que le dé fuerza para no bajar los brazos y para que se de cuenta que realmente 20 años no es nada comparado con la felicidad eterna junto a un hijo tan soñado y tan buscado.

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